Día de muertos

Por. Victor Vázquez

Sin importar que llueva, truene, relampaguee o haya una tremenda crisis con impuestos próximamente más elevados, para el mexicano no es impedimento para festejarle a sus muertitos, pues cada año a lo largo de los siglos, se sigue poniendo el tradicional altar de día de muertos, desde en las grandes ciudades donde se pone a todo lujo, hasta en el pueblo más pequeño y escondido de la sierra donde se hace con mucho cariño y respeto.
Una tradición considerada patrimonio de la humanidad, que se dice que se ha realizado desde hace mas de 3 mil años, con culturas como los aztecas, purépechas y mayas, donde hacían todo un ritual con cráneos humanos durante todo el mes de agosto, que era cuando lo celebraban, recordando a los difuntos y adorando a los dioses.
Dioses de la muerte como Mictecacíhuatl para los aztecas, o el lugar de Xibalba, el inframundo de los mayas, eran venerados en esos meses y, que con la llegada de los españoles y la evangelización de los pueblos indígenas, esta tradición coincidió con costumbres católicas que actualmente son llevadas a la práctica, sin perder la esencia de nuestros antepasados.
Flor de zempasuchitl, pan de muerto, un guajolote en mole, atole, tamales de todo tipo, dulces y bebidas típicas de la región, así como la comida, es lo que colocamos en nuestros altares, todo aquello que a nuestros muertitos les gustaba en vida, desde los niños que festejamos en 31 de octubre, a los adultos que les toca el día 1 de noviembre, cada uno representado con su propio cirio y un poco de copal e inciensos, y todo con un significado.
Lo más interesante de esto es que en cada región del país, aunque en esencia es lo mismo, se celebra de diferentes formas, ya que para el mexicano es una gran fiesta en la que nadie puede faltar y aquel abuelito que falleció, la hermana, la tía o los papás, son los invitados principales a este banquete, muchas veces llevado a cabo en el panteón el día 2 de noviembre.
Sin embargo ¿ustedes creen que esta tradición pueda perderse?, yo creo que no, llegó el halloween junto con la mercadotecnia que llama principalmente a los niños y que a pesar de ello y que muchos de nosotros conocimos hace algunos ayeres, a cierta edad lo ignoramos, porque seguimos conservando una tradición heredada por los abuelos, por los padres y que en un par de años heredaremos a nuestros hijos y nietos,