¿La verdad no peca pero incomoda?

Por. Daniel García Luna

La censura ha sido es y será un arma muy utilizada por los políticos para mantener controlad la opinión pública. A través de esta estrategia se consigue que la población no tenga acceso a la información para que se genere un opinión o para que esta no desarrolle alguna actividad en contra del gobierno. Las críticas hacia la política son muy comunes en nuestro país. Se emplean muchas vías para burlarse y ventilar malos manejos del gobierno hacia la población. Se hacen sátiras parodiando a funcionarios públicos, exponiéndolos y creando la verdadera imagen de los mismos.
Todo esto viene a consecuencia de la censura de la que fueron victima los tigres del norte gracias a una canción que es reciente, titulada “la granja”. Los tigres uno de los mejores representantes de la música grupera en nuestro país decidió dejar de actuar después de que la secretaría de gobernación pidiera a dicha agrupación que no incluyera el tema de la granja en las presentaciones en vivo. por supuesto que se desmintió argumentando que no hay un oficio como tal con dicha petición hacia los músicos.
La polémica viene porque la canción relata una historia de una granja en la cual se citan varios animales, cada uno, jugando un papel importante en la vida política. Aparecen los cerditos los cuales simulan ser los más altos funcionarios de la estructura política del país que comen y engordan con los impuestos de nosotros los mexicanos. Se cita la famosa “perra” que para algunos es el narco y para otros el hambre que “muerde” con mucha fuerza. Este tema habla también de los migrantes, “el granjero” que trabaja y produce para sobrevivir, ese personaje que cuando la perra lo muerde con más fuerza, trata de huir para buscar una vida mejor.
Muchas cosas más vienen implícitas en esta canción que expone la situación de nuestro país, el contexto social, entre cerdos que se enriquecen con nuestros impuestos, con dinero que si producimos nosotros los granjeros que día a día tratamos de sacar para lo esencial. ¿La verdad no peca pero incomoda verdad señores?