miércoles, 19 de agosto de 2009

Una melodía en las credulidades de nuestra vida


Por: Viridiana Mariel


En nuestra vida diaria, nos encontramos con momentos alegres, de felicidad, tristes, amargos, dolorosos, deprimentes, desesperantes, pero siempre tienen un ritmo, la mayoría de veces es una necesidad estar acompañados con alguna canción de nuestro gusto o quizás en ocasiones llegan accidentalmente. A esto lo considero como una herramienta para complementar esos sentimientos, ¿Alguna vez te has percatado de que reacción tienes cuando una de las mil y ciento canciones que existen en el universo llegan a tus oídos es la que encaja a la situación que estás viviendo?
Interesante, pues bien cuando nos encontramos en un estado de ánimo bajo donde sientes que él único inerte de este mundo eres tú, despreciable en esta vida más no puedes sentirte sea en cuestiones de amor, amistad, escuela, infidelidades, familia, confusiones que saturan tu mente, creemos que todos nuestros sentidos están bloqueados pero no es así, ¿Qué hay de las canciones que son la mejor arma de fidelidad que nos acompaña hasta el final de nuestro sentimiento?
La música y sus letras que acompañan esas melodías son una luz de optimismo, únicas, que a veces te entienden con el solo hecho de escucharlas.

Y es que pareciera que los autores de las canciones predijeran y aseguraran que lo que escriben en sus letras nos fuera a pasar, para algunos de ellos es la mejor manera de expresar sus experiencias de vida. Entonces donde queda aquel dicho utilizado por filósofos, profesionistas y todo ser civil de que “somos seres humanos diferentes” si lo somos pero el caso es que emocionalmente todos caemos en las mismas credulidades de nuestra vida. Toda acción tiene una reacción.
Esas melodías románticas, alegres, agresivas, pudorosas, pueden ayudarnos a relajarnos y a excitar más nuestras neuronas. Somos humanos y la susceptibilidad es una de nuestras características.
No cabe duda que todos sabemos disfrutar de la canción que más nos guste, así la escuchemos cinco veces o más es una forma de distracción para nuestros pensamientos.
La música es y formará parte de nuestra vida diaria, porque nos entretiene, nos divierte, nos hace soñar, llorar, desesperarnos, incluso hasta deprimirnos.

1 comentario:

C o N s P i R a C i Ó n dijo...
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