miércoles, 19 de agosto de 2009

EL FALSO INTERÉS POR LOS VALORES

Por: Pamela Judith Hernández Mejía

Los valores están presentes desde los inicios de la humanidad; ya que siempre han existido para el ser humano., pero ¿hasta que punto son interesantes los valores? ¿Dónde radica su real interés, si es que lo tienen? ¿Las personas están dispuestas a vivir dentro del marco de lo prescriben los valores?

Sabemos que los valores son
producto de cambios y transformaciones a lo largo de la historia. También encontramos a los valores como materia dentro del plan curricular en las escuelas, siendo que la educación debe ser integral, logrando así que estos sean como una tarjeta de presentación que habla bien de una empresa, escuela o institución, sin embargo al observar alrededor la realidad contrasta y difieres a tal grado que se presenta la duda de que los valores se presumen por ser portados.

Lo mas sucio es que una institución se alabe pregonando valores: cuando a sus catedráticos injustamente, les corta su carga horaria o bien sus pago es una grosería. Cuando a sus especialistas los tratan con la punta del pie, ¿y bien, eso es respeto?.Cuando las elecciones llegan y te piden que votes por ellos a cambio de una despensa o de una ayuda ¿dónde esta la libertad?; ¿dónde esta la honestidad?.
Cuando principalmente cometemos una infracción y la queremos arreglar con una mordida para no cumplir con las reglas establecidas y sea una escape más fácil.

Además los distintos valores de nuestra sociedad han dado importancia a la recompensa monetaria, surgiendo del inconsciente al
interés consciente de todos los miembros de un grupo; ahora también entre los adolescentes, siendo que venden besos a cambio de dinero solo para obtener un poco de popularidad y fama en denominadas fiestas del dólar., ¿dónde quedó el valor del respeto a uno mismo? Este es el legado que les queremos dejara a nuestros sucesores enseñándolos a mentir y no ser honestos y comunicamos que los valores son importantes.

Muchas veces no aceptamos ideas no porque sean disparadas sino porque no, nos conviene con nuestros planes maléficos realizados en la oscuridad, es preciso preguntarse ¿Dónde están los valores que tanto presumimos tener? ¿Acaso la carga de los valores es demasiado pesada para nuestros hombros tan débiles por el hambre de poder, fama, dinero?

Si en mis intereses esta, este tipo de hambres, no hay duda, en realidad no me interesan los valores. Sólo son apariencia.

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