¡No más balas!

Por. Mata Villareal

En este mes de septiembre en cada rincón de la república mexicana se festeja la independencia de México, y cada lugar tiene una forma muy específica de llevarlo a cabo, en este caso quiero contarles los eventos que se realizaban en Huasca.
Y digo realizaban porque desde el trienio pasado el entonces presidente municipal José Roberto Muños Licona prohibió a los visitantes sacar su arma de fuego durante el grito, lo cual incomodó a la población. Pero por qué molesto tanto esta prohibición, seguramente porque ahora se tienen que conformar con gritar un ¡viva México! y no con accionar sus pistolas durante el grito.
El primer año los vecinos que viven en el centro del municipio, para no ser arrestado accionaron sus pistolas desde los jardines de sus casas, claro que hubo otros más atrevidos que bajo su zarape escondían pequeñas armas que igual fueron activadas en diferentes puntos de la cabecera municipal.
Pero un año antes los visitantes disfrutaron el grito sin saber que era la última vez que podrían sacar sus armas, así se podían ver los puestos de antojitos colocados en los portales, los vendedores que pasaban ofreciendo pistola de juguetes a los niños, los valientes que bajaban con su traje de charro o vestidos de Adelita, y a la hora de dar el grito, se escucha al presidente municipal dar un ¡viva México!, seguido del repique de las campanas y la balacera. Así sucedió el último grito en el municipio.
Los nuevos atractivos y no son las balas ahora son el programa del teatro del pueblo, las bandas de viento, los chicos valientes que se inscriben a concursos de canto, el desfile tradicional de escuelas y lo más importante el castillo.

Este es el cuarto año en el que hay abstinencia de balas, en el que los organizadores del evento tienen que pensar en atractivos para atraer a más visitantes para el evento, y que este año no haya arriesgados que se animen nuevamente este año a desobedecer.
No más balas en la noche del 15 de septiembre, no más armas, ni personas que gasten sus ahorros para comprar el vicio de esa noche, ahora es una noche familiar sin riesgos, en el que los asistentes gozarán de antojitos mexicanos y de gritar a una sola voz ¡Viva México!