jueves, 24 de septiembre de 2009

Por: Ana Claudia Martín del Campo
Parece que estamos en la época de la colonia, cuando todo era enjuiciado por aquella abominable institución retrograda: “La Santa Inquisición”; en pleno siglo XXI siguen existiendo pensamientos que en lugar de hacer que avancemos, como sociedad y como país nos hacen dar varios pasos atrás.
Últimamente en distintos espacios informativos he escuchado y visto, con tristeza y frustración que varios estados del país (priístas y panistas) están echando para atrás la ley que “protege” el aborto legal, en caso de cumplir ciertas causales. Con el absurdo razonamiento de que no se puede aprobar una ley que “otorgue el derecho a matar”. Y mi pregunta es ¿y quién protegió a la mujer que violaron de manera brutal, y que producto de esta trasgresión hay un embarazo no deseado, no planeado, y ni siquiera fue en un acto consensual?, ahí nadie salta, ¡verdad!, nadie se indigna y vocifera, nadie se da golpes de pecho.
Según datos de GIRE (Grupo de Información en Reproducción Elegida). En México, el número estimado de mujeres que han obtenido un aborto se ha incrementado 64% entre 1990 y 2009. Y si contamos que de este porcentaje más de un 30 % lo realizó de manera clandestina, y que por lo menos 1 de cada 3 mujeres perdió la vida durante el procedimiento, entenderemos que la situación es alarmante, y que estas leyes antiaborto, abren las puertas para que esto siga existiendo, para que mujeres de distintas edades, estratos sociales, grado académico y lugares de residencia, sigan acudiendo a clínicas clandestinas, donde ponen en riego su salud, su integridad tanto física como emocional y en el peor y más dramático de los casos, su vida.
Lo que indigna es que tanto legisladores como gobernadores de distintos estados de la República Mexicana, sigan conduciéndose en base a juicios de valor; en vez de pensar en las mujeres, mujeres que por distintas razones, no desean seguir un embarazo y tener un hijo. No deberíamos de enjuiciar, las razones por las cuales una mujer quiere abortar, es un derecho que debe existir y punto.
Yo recuerdo aquella vez que la Suprema Corte de justicia, reabrió la discusión acerca de la legalización del aborto en el DF, recuerdo como en el Zócalo capitalino, mujeres levantaban fotos y carteles, en los que se pronunciaba a favor del “Aborto legal”; recuerdo perfectamente un cartel cuya leyenda me llamó la atención de manera particular y creo que esto lo resumiría todo “Aborto si, Aborto no, eso lo decido yo”,: en efecto esta es una decisión que le sólo le compete a la mujer y el derecho que tiene sobre su cuerpo y su vida.
La Constitución de los Estados Unidos Mexicanos establece en su primer artículo que: En los Estados Unidos Mexicanos todo individuo gozará de las garantías que otorga esta Constitución, las cuales no podrán restringirse ni suspenderse, sino en los casos y con las condiciones que ella misma establece. ¿Dónde están las garantías de estas mujeres?, el derecho a elegir sobre su vida, sobre su cuerpo, ¿o qué se trata de un derecho a medias?. Mientras en este país sigan existiendo este tipo de pensamientos y acciones moralistas, seguiremos con el SUB de sub-desarrollado y sub-civilizado como prefijo eterno, así que ¡desoleé!

1 comentario:

Unknown dijo...

Tu columna de esta semana me parece muy intereante, tu forma personal de opinar e incluir datos es muy clara y divertida; lo unico que en esta me atreveria a criticar es el tercer párrafo: "Según datos de GIRE (Grupo de Información en Reproducción Elegida). En México" creo que lo que debe ir en parentesís son las siglas y después de ese parentesis era mejor una "coma" que "punto y seguido" ya que es la misma idea.

tqm ami