miércoles, 9 de septiembre de 2009

Por. Ana Claudia Martin del Campo
El sábado regrese, y aunque fueron sólo unas horas fui feliz, así es después de varios meses de no ir, visite mi amado DF, puedo parecer absurda, pero el amor que le tengo a esta ciudad es tan grande, como ella misma.

Viví en el Distrito Federal 25 años de mi vida y esto hizo que esta ciudad se quedará en mi corazón. Pues si el sábado regrese y específicamente fui al corazón de la ciudad al “Centro Histórico de la Ciudad de México”, se dice constantemente que si la ciudad es un caos, que hay mucha “gente”, que si el trafico, que si el la contaminación ambiental, que si la inseguridad y la delincuencia y es cierto, el DF tiene todo esto, pero tiene muchas cosas que la hacen única, y ese sábado en el Centro Histórico confirme su grandeza.

Recorrer las calles de Moneda y Palma, ver los imponentes edificios antiguos, que son una muestra del periodo virreinal, recorrer cada comercio, cada negocio, ver un VIPS sin modernidad pero con una belleza inigualable, sus paredes de cantera, pasar por “La Catedral”, ver ese edificio grande y majestuoso y embelesarme con ella.

Caminar por la calle de 5 de mayo y encontrar ejemplos de arquitectura porfiriana. Muy cerca de ahí, sobre la Calle de Tacuba, encontrar lugares tan tradicionales de la ciudad, como “El Café Tacuba”, un agradable restaurante, decorado con un excelente gusto mexicano con mosaicos de Talavera y en donde se sirven las delicias de la cocina tradicional mexicana. En la misma calle se encuentra “Plaza Tolsá”, lugar de gran armonía arquitectónica, con edificios tan destacados como el “
Museo Nacional de Arte”, uno de los más bellos del Centro Histórico, el “Palacio de Minería”, con su sobriedad característica que alberga la “Feria del Libro del Palacio de Minería”, una de las más concurridas de la ciudad. Casi enfrente de la “Plaza Tolsá”, se encuentra el hermoso “Palacio de CorreosJusto frente al Palacio de Correos, atravesando el Eje Central, encontrarnos con el maravilloso “Palacio de Bellas Artes “y ¡que palacio!, una de las salas de conciertos más hermosas del mundo, decorada con impresionantes esculturas, que contrastan con la sobria elegancia de su interior, decorado con motivos geométricos y prehispánicos. En frente de este Palacio, desde donde podemos apreciar otro de los edificios simbólicos de la ciudad, la “Torre Latinoamericana”, el primer rascacielos de la ciudad y en su tiempo la construcción más alta de Latinoamérica, el cual cuenta con un mirador, que en días despejados, permite tener hermosas perspectivas de la ciudad.
Y por último pero no menos importante “El Zócalo” con su plancha enorme donde caminar es un deleite, ya que desde los cuatro puntos cardinales existe una vista envidiable, puedes ver la “Catedral o Palacio Nacional” y ahora en septiembre ver todos los adornos conmemorativos que dan un plus a esta magnifica vista.
El Centro Histórico de la Ciudad de México, es un lugar tan maravilloso, que no podría terminar de enumerar sus grandes atractivos y leyendas, mismas que han pasado a formar parte del legado nacional, lo que ha llevado a la UNESCO a declararlo como "Patrimonio Cultural de la Humanidad", mi visita fue esplendida, aunque más que visita fue regresar a mi hogar, ¡desoleé!

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