jueves, 24 de septiembre de 2009

Raíces indígenas

Por: Yedí Bastida
México para los mexicanos, gozo, libertad, tradición y costumbres es la temática que el mes patrio representa, el orgullo que se dice tener por nuestras raíces y nuestra cultura.
Pero recordemos lo acontecido el 26 de marzo de 2006 en la comunidad indígena de Santiago Mexquititlán, del municipio de Amealco, Queretaro; cuando seis agentes federales despojaron violentamente a varios comerciantes de sus productos, alegando que se trataba de piratería.
Que poco acertado fue el autoritarismo de estos individuos al no identificarse, no portar uniforme y hacer uso de la violencia para despojar a los indígenas de la plaza de sus productos; lo bueno que ellos, los indígenas, son representativos de nuestro orgullo mexicano.
Y más atinado ha sido lo ocurrido a Jacinta, indígena otomí acusada y sentenciada por el supuesto secuestro a los agentes de la AFI.
Las pruebas que aparentemente la sentenciaron en ese entonces, no son suficientes y es por eso que a tres años de haber sido privada de su libertad, una mañana las autoridades simplemente decidieron darle chance de regresar a su casa, por aquello de que ya no estaban tan seguros de su falta.
A este proceso vivido por esta mujer debemos agregarle las desigualdades que el sistema de justicia tuvo hacia ella, como la falta de acceso a un traductor en su defensa y que permitiera una mejor comunicación para su defensa y la negación de su derecho a la presunción de inocencia.
Al día de hoy Doña Jacinta es libre de decidir que comer, que vestir y con quien estar; y la atención que han tenido las autoridades con ella se reduce sólo al abrirle la puerta para dejarla salir y eso quizá, con muy mala cara.
Por todo lo acontecido y la forma en que se suscitaron los hechos, el Centro Prodh demanda el respeto a los derechos humanos indígenas de Jacinta, exigiendo resarcir el daño, ofrecer una disculpa pública, castigar a los culpables y liberar a las dos indígenas aun presas por el mismo delito.
Una vez es gracia, pero que hagan lo mismo con tres mujeres, en las mismas condiciones, por el mismo delito será más que una burla, no tanto para ellas, sino para figura del sistema de justicia mexicano y su ineficacia.
Para que conozcas más del tema visita http://www.centroprodh.org.mx/2008/ y no te calles ante las injusticias sociales.

1 comentario:

Claudia MCP dijo...

En lo particular creo que el tema de Jacinta, es algo que indigna y que duele, porque en este país se siguen atropellando derechos, como si se tratarán de cualquier cosa.
Tu manera de desmenuzar el tema me gusto, combinaste muy bien la critica con la informacion, los datos... y esto logra un buen balance.
¡Gracias por seguir escribiendo!