miércoles, 16 de septiembre de 2009

Sonrisas de niños que matan

Por: Viridiana Mariel

Nadie ha dicho como ser madre o padre de un hijo, pero la situación se vuelve frustrante cuando uno no sabe cómo manejar una familia. En una crisis emocional, la locura puede llegar a cometer disparates, atentando contra un pequeño ser que no pidió venir a esta vida.
Cuantos niños hay en la calle vendiendo chocolates, chicles, o que en cada semáforo se encuentran haciendo malabares arriesgando su vida con la gasolina y el fuego, además de limpiar parabrisas de los autos en un minuto o menos, pero solo les basta con sacar algunas monedas para la comida de ese día quizás solo les alcanza para un pan o tal vez para comprar una estopa con algo de acetona para no sentir el frio, el hambre y la necesidad de un cariño de sus padres.
La violencia en la familia los niños son los más afectados, en este año en México, el DIF registra casi 60 mil denuncias por abusos a menores de los cuales solo 4 mil 656, se presentaron ante el ministerio público, informó Cecilia Landerreche Gómez Morin titular de ese organismo.
Algunos medios de comunicación exponen que esta situación va en aumento, también han exhortando a las autoridades para que se busque una solución a esto, pero la única opción definitiva es que todos estos niños maltratados son devueltos con sus padres.
Las causas para que un infante sufra este tipo de maltratos, son aberrantes, la credulidad de los padres es imperdonable en esta vida. Y es irreprochable este tipo de acciones que las autoridades toman.
Ahora bien, nadie tiene el derecho de juzgar a terceros, pero en este caso es una excepción, madres que fueron maltratadas por sus cónyuge, con el paso del tiempo toman represalias contra los hijos, el coraje, la rabia de haber sido agraviadas psicológicamente, mentalmente las lleva a cometer este tipo de atropellos con sus hijos, esa es su justificación de ellas, las que se dicen llamar madres.
Qué sentido encuentran estás mujeres con amarrar a sus hijos con cadenas, dejándolos dieciocho horas sin comer, sin tomar agua, esa es una monstruosidad, pero son casos que hemos visto retratados en los noticieros en lo que va del año.
Una situación de vulnerabilidad, en la que DIF debería poner más atención, antes de que sea demasiado tarde, ahora no encuentro una coherencia del porqué la gente se queja de la delincuencia, de los jóvenes que se drogan en lugares públicos.
No existe índice de edad en que los niños son víctimas de los que se dicen llamar padres, actuar es la única salida que el gobierno debería hacer, antes de que los niños sean marcados para toda su vida con golpes en su cuerpo hasta causarle la muerte, o crecer con frustraciones y volver a repetir su misma historia. ¡Ya no más al maltrato infantil!

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