Por: Ana Claudia Martín del Campo
“Crónica de un secuestro anunciado”, esta semana recordé a mi admirado Gabriel García Márquez, recordé dos de sus grandes obras y la conjunción de los títulos de estas, me refiero a: “Crónica de una muerte anunciada” y “Noticia de un secuestro”, y ¿porqué recordé estas dos obras?, muy fácil me refirieron al evento vergonzoso que acaparó los titulares de los periódicos está semana, específicamente el miércoles 9 de septiembre.
Un secuestro “peligrosísimo” llevado acabo por un pastor cristiano de nacionalidad boliviana que quería advertir al presidente Calderón que este día se “acababa” México y que digo México, el mundo ya que se trataba del día 9, del mes 9 y del año 2009, que visto al revés es “666” (el número de Satanás) ¡que miedo!; no sé cuantas imágenes de películas norteamericanas pasaron por mi mente cuando escuché la historia a través de distintos medios.
Las primeras informaciones decían que se habían comunicado con el Presidente para decirle que un avión “iba ser secuestrado”, luego que siempre no, que eso se supo hasta que el avión salió de Cancún rumbo a la Ciudad de México, y bueno luego que no, “usted disculpe”, se supo hasta que el avión trató aterrizar en el Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” de la Ciudad de México.
El caso es que se montó un operativo igual o más espectacular que en cualquier película de Harrison Ford o Bruce Willis, la prensa tratando de cubrir como podían el suceso, a través de una reja, trepados en puentes, helicópteros, lo que fuera con tal de tener la nota, “todos” los canales de televisión en “cobertura especial”, la fuerza especial de tareas o sea nuestra gran policía a todo lo que da. Cuando vi la escena de cómo se subieron al aeronave y bajaron a la tripulación, y a los “supuestos” secuestradores no sabía si llorar o reír era bastante surrealista.
Al final de todo se supo la vergonzosa verdad. Josmar nombre del pastor, secuestrador del vuelo 576 de Aeroméxico sólo quería prevenir al mundo del gran peligro en el que estamos, ah y por supuesto ¿Por qué no?, promocionar sus discos y videos; que buena forma de promocionar y más ahora que la industria discográfica esta en crisis, debería pasar el dato a otros artistas para que hagan lo mismo y les juro que tendrían a toda la prensa incauta.
No puedo más que decir ¡que pena!, esta noticia dando la vuelta la mundo y salen con la tontería de que es un pastor boliviano, que traía en sus manos su poderosa Biblia y esto dos días antes de que los estadounidenses y el mundo en general recordara aquel 11 de septiembre del 2001, cuando un atentado de verdad ocurría chocando dos aviones contra las torres gemelas de la ciudad de New York.
Que le vamos hacer ahora sé que Jumex si esta con nosotros como dice su campaña publicitaria, si no pregúntenle a Josmar que hizo que 2 latas de este producto se convirtieran en un peligroso artefacto explosivo. Ahora si que: ¡desoleé!
Un secuestro “peligrosísimo” llevado acabo por un pastor cristiano de nacionalidad boliviana que quería advertir al presidente Calderón que este día se “acababa” México y que digo México, el mundo ya que se trataba del día 9, del mes 9 y del año 2009, que visto al revés es “666” (el número de Satanás) ¡que miedo!; no sé cuantas imágenes de películas norteamericanas pasaron por mi mente cuando escuché la historia a través de distintos medios.
Las primeras informaciones decían que se habían comunicado con el Presidente para decirle que un avión “iba ser secuestrado”, luego que siempre no, que eso se supo hasta que el avión salió de Cancún rumbo a la Ciudad de México, y bueno luego que no, “usted disculpe”, se supo hasta que el avión trató aterrizar en el Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” de la Ciudad de México.
El caso es que se montó un operativo igual o más espectacular que en cualquier película de Harrison Ford o Bruce Willis, la prensa tratando de cubrir como podían el suceso, a través de una reja, trepados en puentes, helicópteros, lo que fuera con tal de tener la nota, “todos” los canales de televisión en “cobertura especial”, la fuerza especial de tareas o sea nuestra gran policía a todo lo que da. Cuando vi la escena de cómo se subieron al aeronave y bajaron a la tripulación, y a los “supuestos” secuestradores no sabía si llorar o reír era bastante surrealista.
Al final de todo se supo la vergonzosa verdad. Josmar nombre del pastor, secuestrador del vuelo 576 de Aeroméxico sólo quería prevenir al mundo del gran peligro en el que estamos, ah y por supuesto ¿Por qué no?, promocionar sus discos y videos; que buena forma de promocionar y más ahora que la industria discográfica esta en crisis, debería pasar el dato a otros artistas para que hagan lo mismo y les juro que tendrían a toda la prensa incauta.
No puedo más que decir ¡que pena!, esta noticia dando la vuelta la mundo y salen con la tontería de que es un pastor boliviano, que traía en sus manos su poderosa Biblia y esto dos días antes de que los estadounidenses y el mundo en general recordara aquel 11 de septiembre del 2001, cuando un atentado de verdad ocurría chocando dos aviones contra las torres gemelas de la ciudad de New York.
Que le vamos hacer ahora sé que Jumex si esta con nosotros como dice su campaña publicitaria, si no pregúntenle a Josmar que hizo que 2 latas de este producto se convirtieran en un peligroso artefacto explosivo. Ahora si que: ¡desoleé!
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