miércoles, 9 de septiembre de 2009

Por. Ana Claudia Martin del Campo

En términos generales, virginidad es el estado en el que un proceso se mantiene sin haber sufrido alguna alteración desde su origen, en forma de pureza. En la sexualidad, virginidad es la condición de quien no ha tenido experiencias o relaciones sexuales. En el caso del varón, se habla también de castidad para señalar la ausencia de relaciones sexuales.

El día de hoy al mirar la leyenda de la playera que decidí usar en un domingo como el de hoy, un domingo como cualquiera, recordé a una profesora que tuve la universidad en la que anteriormente estuve, la profesora Rosalía, aquella vez recuerdo en el salón se entabló un debate entre lo que es vivir la sexualidad, ¿cómo se vive la sexualidad?, ¿cómo la vive un adolescente y un adulto, un hombre o una mujer? Y se toco el punto, ese punto ¿Qué opina de la virginidad en pleno siglo XXI? Y ella respondió”, y se llevo la mano a la cabeza”, esa frase lo dijo todo, no dejo cabida para prejuicios, para conjeturas…sólo lo dijo.

Y ¿Porqué la leyenda de mi playera hizo que recordara a la entrañable profesora Rosalía?, porque la leyenda de mi playera cita algo más o menos así: “Yo no soy Virgen, pero te hago milagros”, ¡Oh irreverencia!, eso me ha dicho mi abuela desde que la tengo.

Lo que significa esta palabra, los tabús e ideas que encierra, lo que dice y lo que trata decir. Para las mujeres esta palabra viene acompañada de otra palabra chiquita y poco pronunciada: el himen, ¿cómo una palabra que en su estructura es tan corta puede, traer tanta perspicacia, censura, confusión? Pues bien todo este asunto es meramente anatómico, si esta membrana chiquita se rompe ya no eres virgen; y en algunos países, culturas y religiones esto es algo fundamental.

En religiones como la
judía y la islámica, el himen intacto puede ser un factor importante del valor espiritual y un requisito para el matrimonio. En varias culturas africanas aún se practica la infibulación (una mutilación de los genitales femeninos, en la mayoría de los casos, consistente en una clitoridectomía seguida por el cierre vaginal mediante sutura.) en niñas entre 2 y 8 años de edad, como manera de preservar la virginidad. En México aún existen regiones donde la virginidad es un requisito para el matrimonio, un símbolo de decencia, de pureza y “honra”.

Yo concuerdo con mi profesora, “La virginidad es algo que llevamos en la mente” es algo que nos censura, que estigmatiza, que crea juicios y desvalora, y eso en pleno siglo XXI ya no debería existir. La virginidad no es un himen que se rompe, la virginidad es una concepción mental, una idea que debe dejar de enjuiciarse. El machismo, la ignorancia y otros factores siguen haciendo que exista este tabú y mientras estos no se erradiquen, la virginidad será un tema “delicado” así que como digo yo ¡desoleé!

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