¡VIVA MEXICO!

Por: Yedi Bastida

El grito es una de las más importantes tradiciones que se vive en todo México, desde Baja California, Sonora y Chihuahua hasta Chiapas, Yucatán y Quintana Roo; cada 15 de septiembre a las 11 de la noche se escucha el grito de ¡Viva México! ¡Viva nuestra Independencia! ¡Vivan los héroes que nos dieron patria!
Luces de colores verde, blanco y rojo, banderas, adornos, antojitos mexicanos, música popular y grandes ferias se instalan en el Zócalo y en las cabeceras municipales de cada estado para celebrar un año más de la Independencia de México, celebración que se realizaba el 16, pero el ex presidente Porfirio Díaz aprovechando su jerarquía hizo cambiar la fecha de conmemoración para que coincidiera con el día de su cumpleaños, desde entonces la celebración se realiza todos los 15 de septiembre y el presidente en turno sale al balcón del Palacio Nacional a tocar la campana; no cabe duda que la silla presidencial es suficiente para cumplir los caprichos de quienes la ocupan.
Pero los festejos para esta fecha se han tornado violentos, desde lo sucedido el año pasado en Morelia, que sacudió a la nación entera y lo peor, que dejó en la memoria de los mexicanos miedo a los movimientos sociales, temor hacia la celebración.
En Hidalgo se esperaba un atentado similar al ocurrido en Morelia por los recientes enfrentamientos entre policías y sicarios; las medidas de seguridad en Plaza Juárez y sus alrededores se extremaron mucho.
Para poder accesar a la plaza y presenciar el espectáculo preparado por el gobierno del estado y ver al gobernador Osorio tocar la campana y gritar el ¡Viva México! Era necesario pasar por los detectores de metales y la revisión personal a cargo de los policías.
En años anteriores, para quitarse el frío muchos jóvenes y adultos compraban una cerveza o una michelada, caminando entre los puestos acompañados por su familia o amigos para celebrar, pero este año muchos se quedaron con el antojo ya que la extrema seguridad y el cambio o adecuación en algunas leyes impidieron la venta de estos productos.
Por otra parte la participación ciudadana al evento fue menor en gran proporción a comparación de los años pasados, dada la situación de temor.
Como diría mi abuela: “los tiempos han cambiado” y han generado mayor inseguridad entre la población, afortunadamente este año: o las precauciones tomadas fueron acertadas o tuvimos suerte de que los sicarios se tomaran igual el puente.