Por: Viridiana Mariel
"La mejor forma de acabar con la pobreza es acabar con los pobres" son palabras emitidas por una parte de la opinión pública que no está de acuerdo con las simplezas políticas que “Juanito”, un personaje con una singularidad ha dado mucho de qué hablar.
Rafael Acosta mejor conocido como “Juanito”, participó como candidato del PT para la jefatura delegacional de Iztapalapa, pareciera sorprendente escuchar esto pero desde que este hombre hizo acto de presencia en la política causó una diversidad de opiniones hacia su persona pero, sobre todo a lo que el anhelaba, ser Jefe Delegacional, pues bien, pocos creyeron que él pudiera ganar el puesto.
A esos pocos a los que me refiero son los que ocupan un lugar en la élite política, les parecía ridículo, absurdo, tonto, que un hombre con ese porte de ignorancia pudiera tener el voto de los habitantes de Iztapalapa, pues vaya la sorpresa que se llevaron cuando el 5 de julio, él mismo con su picardía característica declaró ante los medios de comunicación que era el ganador.
Este lunes Juanito pidió a Marcelo Ebrad, Jefe de Gobierno que le permitiera solicitar licencia al cargo, para cedérselo a Clara Brugada. ¿Cómo que te retiras Juanito a tres días de que tomes protesta? ¿Cómo que le cedes tu lugar a Clara Brugada, candidata del PRD? después de lo que declaraste donde recibías amenazas de muerte por parte de los simpatizantes de Brugada, ¿Y qué pasará con la gente que te apoyo y creyó en ti?
Pues estás serán preguntas sin respuestas, ahora “Juanito” se ampara con los problemas de salud que presenta.
El querer ser jefe delegacional ¿Fue un capricho para Juanito? ó ¿Fue una de las travesuras de Manuel López Obrador?
Ni modo, esa es la historia de Juanito, un hombre que ha saltado de Ex actor de ficheras, ex desnudista, ex luchador, madreador profesional, comerciante ambulante hasta jefe delegacional de Iztapalapa.
Más allá de una cinta tricolor en la cabeza remarcado con el nombre de “Juanito”, más allá de su ignorancia en la política, Rafael Acosta a sus casi 50 años, es un señor que adquirió una popularidad entre la gente. ¡Créalo o no!
Rafael Acosta mejor conocido como “Juanito”, participó como candidato del PT para la jefatura delegacional de Iztapalapa, pareciera sorprendente escuchar esto pero desde que este hombre hizo acto de presencia en la política causó una diversidad de opiniones hacia su persona pero, sobre todo a lo que el anhelaba, ser Jefe Delegacional, pues bien, pocos creyeron que él pudiera ganar el puesto.
A esos pocos a los que me refiero son los que ocupan un lugar en la élite política, les parecía ridículo, absurdo, tonto, que un hombre con ese porte de ignorancia pudiera tener el voto de los habitantes de Iztapalapa, pues vaya la sorpresa que se llevaron cuando el 5 de julio, él mismo con su picardía característica declaró ante los medios de comunicación que era el ganador.
Este lunes Juanito pidió a Marcelo Ebrad, Jefe de Gobierno que le permitiera solicitar licencia al cargo, para cedérselo a Clara Brugada. ¿Cómo que te retiras Juanito a tres días de que tomes protesta? ¿Cómo que le cedes tu lugar a Clara Brugada, candidata del PRD? después de lo que declaraste donde recibías amenazas de muerte por parte de los simpatizantes de Brugada, ¿Y qué pasará con la gente que te apoyo y creyó en ti?
Pues estás serán preguntas sin respuestas, ahora “Juanito” se ampara con los problemas de salud que presenta.
El querer ser jefe delegacional ¿Fue un capricho para Juanito? ó ¿Fue una de las travesuras de Manuel López Obrador?
Ni modo, esa es la historia de Juanito, un hombre que ha saltado de Ex actor de ficheras, ex desnudista, ex luchador, madreador profesional, comerciante ambulante hasta jefe delegacional de Iztapalapa.
Más allá de una cinta tricolor en la cabeza remarcado con el nombre de “Juanito”, más allá de su ignorancia en la política, Rafael Acosta a sus casi 50 años, es un señor que adquirió una popularidad entre la gente. ¡Créalo o no!
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