jueves, 1 de octubre de 2009

Me dijo un buen amigo, “la vida es un hilo tan frágil, que siempre esta en peligro de romperse”, me lo dijo después de contarle lo que me sucedió el fin de semana.
Debo confesar que yo era de esas personas que creen que no les puede ocurrir un accidente (como el que me ocurrió el viernes), siempre daba por hecho que así como salía de mi casa así regresaba. Mi falta de sentido común nunca me hizo ver más allá de lo que yo veía, y así como otras noches salí de mi casa.
El plan inicial era ir a un bar para escuchar música y olvidarse un poco lo acontecido en la semana, pues bien el plan inicial se frustro, cambiamos de opinión. Mi novio y yo nos dirigimos a un Centro de Juegos Electrónicos. Estuvimos en este lugar aproximadamente 3 horas.
Mi novio conducía por una de vías rápidas de la ciudad, yo no sé ni cómo, ni cuándo; de repente lo único que percibí fue un golpe fuerte, que sacudió mi cuerpo, y vi a mi novio como en cámara lenta. No reaccione hasta que el auto se detuvo completamente. Por el espejo frontal observé que estábamos a menos de un metro de caer a un despeñadero donde se encontraban varias casas.
Para ser sincera no podía pensar en nada, estaba en shock asustada y algo perdida. Mi novio me pregunto ¿si estaba bien?, a lo que respondí si. Las horas siguientes me parecieron eternas, el tiempo parecía transcurrir entre luces de ambulancias, patrullas, lluvia, frió, viento, grúas, miedo, angustia, desesperación, todo al mismo tiempo.
El automóvil se considero perdida total, en una palabra quedo inservible, y ese era el único reproche que teníamos mi novio y yo, lamentábamos la perdida de una manera incansable, nos sentíamos culpables, responsables, etc. En cambio todos nuestros familiares nos repetían lo mismo –“lo bueno es que ustedes están bien y no le paso nada”-, -“lo material va y viene”-, en esos momentos ni él ni yo, podíamos razonar eso, en lo único que pensábamos era ¿qué vamos a hacer?
El lunes después de dos días de un letargo angustiante, compre el periódico, busque la sección que más me entretiene, ¡la verdad!, espectáculos e identifiqué una nota que decía “Fallece hija de Lidia Ávila ex OV7”. Cuando leí la historia completa, me cayo como de dice “el 20”
Pensé, yo rasgándome las vestiduras y derrumbándome por un automóvil y esta mujer que independientemente de quien sea, perdió a su hija, que sólo vivió 6 meses, eso si es una tragedia, no un coche, no dinero…la vida, una vida que ya no se recupera ni con todo el dinero del mundo.
Hasta ese momento pude comprender todo lo que nos dijeron, “lo de que afortunadamente a nosotros no nos pasado nada”, “lo material se recupera”, etc. Comprendí lo que me dijo este amigo: “la vida es un hilo tan frágil, que siempre esta en peligro de romperse”, que cierto y que hermoso es valorar la vida de la manera en que hoy la valoro, así que ¡desoleé!

1 comentario:

Eduardo Andrade dijo...

Me dió gusto ver que al menos un poco de lo que hablamos sirvio para que escribieras esto.
Leí todas tus columnas y debo decir que me gusto mucho la de el centro del DF, la del "secuertro del avión" y la de Zabludowsky.
Considero que escribes de una manera muy buena, muy personal, muy tuya, eso es algo que pecibí desde que leí las primeras lineas.
Quizá lo único que criticaria es que eres rollerisima, ¿tu me entiendes?
Y reafirmo "LA VIDA ES UN HILO TAN FRAGIL QUE SIEMPRE ESTA EN PELIGRO DE ROMPERSE", es algo que me dije cuando murieron padres, valoré su vida y valoro la mia.
C'st la vie